Las nociones de realidad o de como leemos y asimilamos el paisaje, están sostenidas por diversos factores que ya no dependen meramente del objeto observado si no de circunstancias subjetivas o ajenas del objeto en sí.

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La realidad o el ambiente es aprendido o entendido a través del conocimiento empírico basado en la propia acción, sin embargo también existe el conocimiento lírico, en  que es a través del otro que adquirimos nociones de nuestro derredor.

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Supongamos que el sujeto A relata su estancia en la ciudad ficticia, para él, su recorrido en la ciudad fue agradable y como tal relata el paisaje, como un lugar agradable, esto genera en nosotros un prejuicio positivo ante un lugar que no conocemos. Si por el contrario el sujeto B relata una experiencia negativa, del mismo modo será nuestro prejuicio.

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La realidad o paisaje es modificada por terceros o por el otro.